its all the same for where we are headed
its down the tunnel to central city
its the reason of the world that was augmented.
The wolfs and hounds howl in splendor,
the felines and ghosts grin from the shadow
to smash the bone, and break the flesh
to slurp the marrow from the mess.
The reason of the world is arising
lets not miss this great event
a cycle none a many recall
as all spirals never truly end
may the coming hurt and fall
provide your bones with strengths
for trauma is above all
the greatest ink the brain can have
its not enough for our kin
to sit about tasting tree husk and mud.
It is not simply enough to know
NATO, one must feel the tension
between the all sides of the horizon, in
oneself and in the combative cosmos.
Notas sobre emancipación
Axioma, la concienciación no funciona,
los sujetos son producidos, nunca escogen.
El rapto vino y se fue,
los que ascendieron
no son extrañados. Esa herida en
la fibra de la realidad sigue en hemorragia,
tomahawks, bestias y centellas
brotan de tal calderón rugiente,
aquellos que restan son duros,
ásperos y útiles ¿pero para quién?
La existencia, esa realidad allá
afuera ocurriendo, es aleatoria,
no tiene un patrón, no posee una
razón, excepto lo que
imaginamos después de
observar por demasiado tiempo.
Existen muchos tipos
de mundos, pero este,
es un mundo de expiación,
esta violencia a la que baila el mundo,
este ritmo del caos que da forma al
tejido mismo de los átomos y de la gravedad,
haciéndonos preguntar en momentos de debilidad
¿por qué debe ser una necesidad?
Pero lo es y que así sea.
Grandes son los cuentos del lancero, el mortero, del tanquista y el espía
cómo rompieron y ensangrentaron a sus enemigos
cómo limpiaron y absorbieron los mares del Caribe
Algunos cuentos navegan,
otros se hunden debajo de las olas pero no menos posibles.
Pero los juicios lógicos no son los más profundos y fundamentales
a los que desciende la audacia de nuestra sospecha: la confianza en la
razón, inseparable de la validez de estos juicios fantasmagóricos,
como cualquier confianza un mero epifenómeno moral,
un chiste de mal gusto,
y el nihilismo de época
aún tiene que dar su paso último.