jueves, 7 de enero de 2021

Configuración de las mañanas: poema de Daniel Pommers

Stanislao Lepri, Los Murciélagos, Aceite sobre masonita, (1964)



CONFIGURACIÓN DE LAS MAÑANAS

El cielo abre sus ojos abismales.

Me siento en una alfombra y miro el azul,
los blancos y neutros colores de la luna,
las estrellas con su añejo vivo y dulce eco,
la eternidad de un saludo,
la mirada en secreto de las hojas
cuando el sonido misterioso de la humanidad
se promete libertades y maullidos en código;
y el autor de los sueños regresa cada vez que somos
una campanada de bocas en la piel, destruyendo los miedos,
solo los amantes de la noche me entienden.
A veces soy un ser que irradia luz,
luz,
esta luz de los tiempos,
esta luz que se compromete a vivir en El Señorial.
Las horas son farolas, las horas y en las horas de nuestras muertes,
enteras son las horas y los segundos son un capricornio en este mundo.
Somos obsequios del lumbral portentoso de los amaneceres.

Se abren las nubes y solo miro vida y truenos verdes en la tempestad.

Fue así el comerse la putrefacción de tus lenguas,
el meterme en el odio irremediable de regiones desérticas
como antes en África
y en la novedad de los mares nuevos
y en el pórtico, y en el Caribe;
donde toda la numen de los astros se hizo ave purísima y concebida sin pecado;
donde los lobos llegan a comer de nosotros, cuando soñamos;
en cuanto a la totalidad del tiempo hay un temblor
que mira,
que me absorbe.
Tanta sangre se perdió en la batalla de Dios
contra los ángeles libertos, aun cuando las estrellas
de las mañanas y los fríos de pensarte en otro mundo
son luces insólitas; son luceros y madres de la contrariedad.

Nosotros en gloria del espíritu // instrumentos del planeta uno
nosotros volamos libres con los minutos.
            El diluvio
        se rompe en mil canciones.
        Así el sonido de los torbellinos
                en mis sueños
            es hoja mojada
                es hija de mi amabilidad.


Estás en el cortocircuito: dos poemas de Nadya M. Echevarría Quiñones

Alice Rahon, The Next Morning, Óleo sobre lienzo (1958)
 

 

EL SER O EL SENTIDO

Es el ser o es el sentido
o las refulgencias de la discontinuidad:
la ligadura con vértigo de estas notas
Por ejemplo, me tardé tanto desempolvando este día
aplacando su pánico
Ahora un nuevo cisma abriga esa distancia
en el hiato la cólera perfecta de isla en psicodelia
Siempre llega el deja vu totalitario
-no dejarse llevar por el dictamen de los anonimatos-
y despegas cohetes con  el combustible creado en sueños:
Antes que olvide:
Abuela y su hermana caminaban desde las tierras rescatadas en su pasado
Venían riéndose contentas por el parque
De pequeña preguntaba:
¿Y para qué fueron esos rescates de terreno?
Para que tuvieran donde jugar y cómo entretenerse.
¿Y cómo era tu mamá?
Era prieta con el pelo ensortijadito
yo le pasaba la mano, siempre estaba enferma
Murió joven y después yo me quedé cuidando de mis hermanos,
estudié hasta 8vo grado, me gustaba mucho estudiar
Hay canciones que devuelven los cerros, cantos nuevos
Ciertos circuitos imposibles de cortar
Gestos de lo innombrable se vuelven susurros
Pero en esta noche acumulada, se replegan las luces
Hay zonas de librecambio, zona franca
y sures de delirios para sentarse y tomarse un café subterráneo
Ahí dices:
el día que vivo, la exhalación que amanece
la crepitación de memorias frente al mar tornasolado
ese que cubre peces que aprenden sus nombres
Rehacen terreno de contestación
armas contra las contingencias del tiempo y de la muerte
Miro, con lámparas del instante, por momentos apenas
y pude ver a los espectros que militan sin cadena causal que valga
Entre distorsiones ligo el ser y el sentido y no hay sometimiento
a la vergüenza de órdenes resquebrajados
Volví a mirar porque es mucha la noche
pero sabe arrojarse y tiene voluntad como afecto de mando
como un sol a mediodía que te expone en su cenit
pero te reviste con tus propias sombras
Estás en el cortocircuito, lo real es este intervalo
donde me hago posible.



MOVIMIENTOS TECTÓNICOS

Lo que no abolió el azar fue cierta traducción de relámpagos
la mirada expandida hacia la eterna dinastía inconclusa de nuestros verdugos
No se colman las tinieblas con pagos ni recibos
ni tampoco se corrigen las horas entre cazadores y testigos
No reclamo una lección de luz en esta realidad fugaz
A lo lejos una colección de cosas muertas me miran de vuelta
Ya aprendimos a prender las luces, incluso en las mañanas
y que los dioses también se pudren
Sabemos de sobra
 que se bebieron el mar
 que nos borraron los horizontes
 que estamos más lejos de los soles
 y que nos sopla en la cara
 el espacio vacío
Nos sabemos cubrir con sábanas de tinieblas
y aprendimos también de la luna y sus mareas,
que aquello que no funciona y que no cuadra:
lo arrastrará  el oleaje hacia la negrura abierta
donde es denso el vértigo que acecha lo perecedero
Irán a las corrientes infinitas de la especulación económica
que denomina hoy a este territorio poseso de alacenas con polillas
Contra esto, la adecuada ola nocturna
contra la canción en las salmueras del presente y del pasado
Cancélame los puertos con ese ritmo de siempre que sabe a traición
Por los territorios del misterio se abre el extrañamiento
el cielo con relámpagos y el talismán de despedidas
A ver si así con esto se contentan nuestras placas.