miércoles, 11 de junio de 2014

DIALOGAR: LO HORRIBLEMENTE CLARO EN NYMPH()MANIAC DE LARS VON TRIER


NOTA: escribir sobre la posibilidad en el ensayo podría regalarle origen a cualquier experimento de nuestro discurso.

Realmente, en comparación con lxs personajes principales en la peli Nymph()maniac, soy uno de esos humanos que reafirma su moral sexual hacia lo contrario que rige a ambxs personajes. . . Lo sé porque entiendo la afirmación de la sexualidad como muestra plena de la condición humana en relación a su comportamiento en secreto y en sus variables más ambiguas; opino que ambxs personajes apuestan a la verdad equivocadamente honrando la posibilidad de ser honestxs y vivir de su honestidad, no de la discordia experimentada en lo humano, de las raíces que se encargaron de edificar el carácter autónomo y real entre el hombre y la mujer (entre ambxs personajes que dialogan su experiencia de vida: ella siendo la ninfomaníaca y él siendo el virgen de cincuenta y tantos años de edad); esta relación es la base para fragmentar la narrativa del filme. 

Vi la peli, esa noche estuve acompañado de una amiga que, para efectos de trabajar este ensayo con el enfoque de lograr la integración de lxs lectorxs hacia el milagro de obtener mejor comprensión del texto, o sea, hacer mención de su identidad real no es necesario pues (en realidad) no ayudaría a aclarar el panorama que deseo discutir ahora; es imperativo que ustedes sepan que no fui solo al cine, no lo hice porque es horripilante ir al cine y ver en soledad una peli de Lars Von Trier, lo digo con honestidad, sería patético el encargo de aventurarse a visitar el cine solx y estar al margen de alguna persona extraña a nuestro lado por casi tres horas. 

Así que llamaremos a mi amiga P, P y con el uso de una sola letra ustedes deben entender la importancia de mantener la propiedad misteriosa del nombre de mi amiga. . . P hacía fiesta con sus uñas mientras veíamos el segundo volumen del filme, cosa que es normal cuando el séptimo arte se transforma en minutos y escenas que pueden ser abismos en nuestro cerebro: me ha sucedido en dos ocasiones, cuando vi la tercera peli de Harry Potter y cuando fui a ver Fantastic Mr. Fox; recuerdo que en ambas pelis no entendí el porqué de mi estancamiento emocional, y la razón es obvia (por lo menos es obvia ahora), yo no estaba preparado para invertir mi tiempo en filmes a la vez que mi vida intima se desmoronaba; pero viendo Nymph()maniac no sentí dolores así, lo sé, ya los he sentido antes, sé identificar el bloqueo mental o la bienaventuranza de un buen filme: P y yo disfrutamos de la peli, tal vez yo la disfruté más porque tengo 29 años, para mí, el amor NO ha sido tratado como un solo amor sino que se manifiesta sin aviso, el amor se hace en demasiadas formas; es difícil el amor, no podemos entender cada una de sus experiencias como gestos de la independencia que nos exigimos en esta generación, queremos tanto amor que no lo queremos realmente. La discordia se manisiesta en los filmes, los docudramas, los docuhorrores, las pinturas, la literatura y la música que nos son permitidos ver, por mencionar algunos ejemplos.


Luego de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría, nosotrxs dejamos de tener conexión con los años, nosotrxs fuimos secuestradxs por el poder, por eso somos lxs hijxs y nietxs de la catástrofe, de la evolución del capitalismo: el capitalismo dejó de ser la cosa en cuestión, los estados fantasmas y los nuevos totalitarismos ahora funcionan con normalidad; su maldad funciona traficando con el mismo intento de servirle de apoyo a la humanidad, a una humanidad en búsqueda de solidaridad pero que también se niega a aceptar el reinado de las Doctrinas Cero (las doctrinas post guerra fría son gelatinas cero, según menciono en la conferencia sobre Anarquismo y espiritismo: 1) estamos sujetándonos de la cuerda floja de las ideologías represivas creadas por el estado y que, 2) siendo eventos transmitidos mediante nuestro propio folklore revolucionario y  de resistencia o hasta en la puesta en escena de un gobierno socialista del siglo veintiuno, todavía hallamos la manera de ocultarnos cuando entendemos la realidad de estar metidxs en el barranco que fue profetizado por autores como Marx, Nietzsche, Althusser y tantxs otrxs más. . . 

Lars Von Trier sabe que no todxs somos ninfomaniacxs, incluso me atrevo a asegurar que esa no es la meta narrativa de su peli, sino que su filme nos sirve para declararle la guerra al nihilismo de época. 






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