{Escrito por Don
Sentido Común}
2115 D.C.
En un cuarto pequeño, decorado con planchas de metal que solo
permiten la entrada del oxígeno a través de un ventilador, se ilumina el
silencio que habita en el cubículo A-2. Una pantalla computarizada provee la
sombra necesaria para iluminar la presencia de un humano. El hombre comienza a
escribir en el teclado una contraseña que apenas se puede detectar con la
vista. Entonces, la computadora reinicia su configuración:
Zombot: “Iniciando
el sistema, ¿Cuál es el nombre de usuario?”
Oscar: “Nombre de Usuario: Re-evolución”
Zombot: “Nombre
de usuario CORRECTO, ¿Cuál es la contraseña?”
Oscar: “Contraseña: ParaNuncaOlvidar”
Zombot: “Contraseña
CORRECTA, ¿Cuál es su comando General?”
General Oscar: “Deseo grabar un mensaje”
Zombot: “Comenzando a grabar
mensaje audiovisual en cinco segundos… Cuatro segundos… Tres segundos… Dos
segundos… Un segundo…”
Se
ilumina una pequeña bombilla roja de una cámara de alta definición, Oscar
comienza a grabar un mensaje difícil de olvidar:
“Querida Aura,
Debo
elegir entre cumplir con la promesa que le he hecho a mi pueblo, para poder verte
crecer en un país que no ha sido más que un archipiélago lleno de falsas
ilusiones y esperanzas temporeras. Podría elegir crecer junto a ti en un país
desconocido, pero con una buena calidad de vida aunque estaría sacrificando mi
alma que está atada a mi tierra borinqueña. Siempre he luchado por un país
ideológicamente creado por una ilusión. Un país que nace y muere en mi memoria;
sería un mundo nuevo si algún día aprobaran la Reglamentación Pro-Pueblo (RPP),
una plataforma sociopolítica que considera la implementación y el cumplimiento
con los derechos humanos de las poblaciones pobres de Puerto Rico (ahora
representadas por un 80% de la población total). Que promueve las propuestas
que utilizan recursos naturales y nuestra mano de obra sin contar
necesariamente con remuneración económica alguna, pues en estos momentos las
necesidades fisiológicas básicas tienen un mayor peso que el lujo materialista.
Y aunque he llegado a pensar que todos nuestros esfuerzos han sido en vano,
nuestra batalla tiene un fin muy claro: que los niños del segundo milenio
tengan un desarrollo psicológicamente adecuado en nuestra sociedad
puertorriqueña, basándonos en la
creencia de que existe una posibilidad de que los milenios (como son llamados
por el noticiero) nazcan y se desarrollen como seres humanos de la quinta
dimensión. Algunos hermanos caribeños lo han logrado.
Lo he visto con mis
propios ojos, como nuestros vecinos cubanos
levitan y caminan por encima de la costa de la playa Jibacoa en la Habana.
Otros han sido identificados por poder comunicarse telepáticamente con
distintos ciudadanos. Se han grabado a dominicanos respirando debajo del agua.
Le llaman hombres pescado, aquellos que han sido lo suficientemente afortunados
de desarrollar las agallas submarinas gracias al consumo de algas biogenéticas
cultivadas en el laboratorio del Puerto la Plata. Los que han logrado tal
metamorfosis han podido huir hacia Costa Rica y Panamá; incluso se han
escuchado historias de pueblos submarinos que venden mangú de mariscos.”
“Nuestros
escasos recursos y la falta de educación no permiten que los ciudadanos
puertorriqueños evolucionen más allá de su descendencia y su progreso
intelectual (puramente autónomo). Las lágrimas se han convertido en atributos
sagrados del humano puertorriqueño. Representan la divinidad de la vida,
aquella que brilla en los ojos de nuestros ciudadanos, aunque algunos ríos y
otros cuerpos de agua se hayan contaminado y deshidratado. Esto ocurrió debido
a la erosión causada por la construcción excesiva, adicional a la sequía que se
extendió por todos los pueblos de Puerto Rico como un virus Chikungunyano. La
escasa agua potable que queda puede ser obtenida a través de un proceso de
purificación. El sacrificio de nuestros rebeldes ha logrado que tengamos en
nuestro poder una máquina desalinizadora. El problema ahora consta en cómo
llegar a las costas, lo cual se ha imposibilitado debido a que las playas han
sido privatizadas y militarizadas, proveyendo acceso exclusivo a la Sociedad
(conocida anteriormente como Clase Blanca Alta). La Sociedad nos ha convencido
de nuestra inexistencia, convirtiéndose en la única población reconocida como
ciudadanos humanos de Puerto Rico; aunque mayormente es representada por pseudo-intelectuales,
ciborgs, inmortales, tecnócratas expertos y multibillonarios.”
De momento se interrumpe la grabación. El capitán Juan Quintero trae una
gran preocupación en sus ojos, los cuales sirven como brújula facial que
auscultan la seriedad de su mensaje.
“Con su permiso mi General. Hemos detectado un
objeto que se acerca vía aérea hacia nuestra base. Aparenta ser un Predator UAV (Unmanned Aerial Vehicle)
dirigido por el alcalde de San Juan. Parece que identificaron nuestra
localización luego de que nuestra misión para usurpar los alimentos de la Clase
Blanca Alta (CBA) fracasó.”
“¿Cuáles
son sus órdenes?”
El capitán Juan Quintero no le temía a la muerte y mucho menos si tenía
una buena razón para morir. Entendía que el cambio solo era posible a través de la acción y pensaba
(igual que todos en la Re-evolución) que para salvarnos había que enviar un
mensaje preciso y claro: "Si el gobierno jode con nosotros, nosotros
jodemos con el gobierno". Ya
había sido suficiente con dos siglos de indiferencia por parte del gobernador y
sus asesores, o más bien de su banda de ladrones y asesinos. Todo el dinero y todos los alimentos necesarios
para una dieta saludable lo poseen los adinerados de la CBA: banqueros,
alcaldes, abogados, financieros, directores académicos, dueños de distintos
planes de salud, aseguradoras, militares y policías corruptos, entre otros.
Ya es hora de
marchar hacia sus casas y oficinas y atacar, quemar y aplastar a todo el
excremento gubernamental, el que se ha robado la vida de miles de
puertorriqueños. Es hora de destrozar sus riquezas, techos y viviendas, sin cuidado
alguno que en esta guerra contra el gobierno no existen los rehenes. Somos los
ciudadanos olvidados en contra del gobierno, sus hijos, familias y amistades.
Ya es tiempo de que manchen con sudor y sangre su propia ropa, para que sientan
el calor y el dolor que sentimos la mayoría de la población.
Luego de haber
recordado el discurso que Juan ofreció al ser promocionado a capitán, el general
Oscar (lleno de orgullo y patriotismo) pausó su grabación y procedió a dar sus
órdenes:
“En cinco minutos termino de grabar. Se aproxima
el final de nuestra odisea en Puerto Rico. Prepara las armas de fuego para el
contraataque. Recuerda que es importante enviar el mensaje cibernético a los robots
de defensa para que preparen los misiles anti-aéreos y los RPG’s. Los robots de
inteligencia serán comandados por la teniente Rosa Rodríguez. Entiendo que su
capacidad intelectual, su organismo cibernético y su experiencia estratégica
nos permitirán salir victoriosos en esta batalla. Por último, activa el
camuflaje óptico alrededor de las aeronaves que las necesitaremos para
movilizarnos hacia nuestra base principal en Haití.”
“¡Sí, mi general!” contestó el capitán Quintero
mientras realizaba el saludo de guerra conocido por los integrantes de la
Re-evolución.
Una vez Juan salió por la puerta,
Oscar retomó su despedida.
“¿Dónde
me quedé?...”
“Ahora lo recuerdo. . . Dinero y capital. Nuestros
antepasados le adjudicaron tanta dependencia a un celular o a una computadora
que no hicieron otra cosa que vivir entre pantallas virtuales, iluminadas con
deseos y falsas realidades. De esta forma los ciudadanos comenzaron a
embrutecerse continuamente en un ciclo vicioso creado por el entretenimiento. Vivieron
zombificados en una realidad virtual, sin percatarse de la formación de la CBA
y de la Sociedad, de las matanzas de los revolucionarios ni de los cierres de
las escuelas, del continuo deterioro de la economía y de la producción en masa
de alimentos genéticamente modificados, los cuales fueron utilizados para
prolongar la adicción al entretebrutimiento.”
“Los pocos
humanos que quedamos, y que aun luchamos por la causa, somos los últimos que
tuvimos la oportunidad de realizar estudios graduados en una universidad
(termino cuyo uso ha sido prohibido por la falta de accesibilidad a los centros
académicos). Por nuestro desarrollo intelectual, nuestra orientación hacia una
educación compartida y nuestra búsqueda continua de libertad nos persiguen, nos
vigilan, nos matan.”
Dos diminutas lágrimas se dibujaron en las
mejillas de Oscar mientras recordaba lo que solía ser la agricultura puertorriqueña
y la crianza de animales, tanto las mascotas como aquellos animales que servían
de alimento para la humanidad.
“En este archipiélago, el mar solía ser azul y
sereno, acompañado por la brisa que nos ofrecía la oportunidad de respirar aire
fresco con olor a sal. Aún permea en mi memoria la idea de un animal como
mascota, aquel que siendo noble, fiel y confiado en el humano fue ultrajado de
su existencia a cambio de la violencia engendrada por las bestias humanas. Entonces,
llegó el día en que la pesca se convirtió en una obligación debido a que el “mantengo”
se acabó. Los fondos federales no dieron abasto para alimentar a nuestra
población por tantos años. Entonces algunos puertorriqueños se lanzaron a las
calles para robar y matar, mientras que otros nos lanzamos al mar y a los
bosques para cazar y alimentarnos. En cuanto a la flora y la fauna de nuestro
país, lamento decirte que apenas subsisten algunas especies de animales
salvajes y pocas plantas no alimenticias. Entre algunos de los animales que sobrevivieron
se encuentran los gatos salvajes, las iguanas, las serpientes, los ratones y
otro tipo de roedores creados genéticamente que aparentan ser una mezcla de perros
con ratas blancas (lo llamamos ratacan).
El gobierno posee el control total de ellos y los utilizan como roedores de seguridad,
ya que su sentido de olfato los convierte en un sensor casi perfecto para
detectar intrusos a varios metros de distancia.”
“Mientras los ricos y privilegiados se alimentan
de la carne de roedores, el resto de la población sobrevive de algunas algas
marinas, del cultivo de frutos y vegetales o de insectos con altos niveles de
proteína. El Comité de Agricultores Unidos por la Re-evolución se ha encargado
de trabajar en la siembra y el mantenimiento de estos frutos. De acuerdo al
gobierno, ya no es necesario cultivar porque todos los alimentos vienen
enlatados y asegurados. Si fuera por la empresa privada viviéramos de la
clonación de alimentos; pero nosotros sabemos que los efectos secundarios de
ingerir esos venenos pueden reducir el lapso de vida por tres décadas. Por eso
sembramos en nuestros bosques subterráneos con luz sintética, aunque en casos
extremos nos inyectamos con suplementos vitamínicos y calóricos que nos ayudan
a subsistir sin tener que ingerir comida por varios días.”
Oscar se detiene unos segundos y observa el pequeño agujero que se asoma
por el techo de cemento que cubre la base ubicada en los suburbios de la
ciudad. Eran las doce del mediodía y entraba la claridad del sol proveyendo niveles
de calor mayores a los cien grados Fahrenheit.
“El cielo solía ser azul. No tan azul como el mar,
pero un azul que ofrecía tenues tonalidades a medida que llegaba el atardecer. Por
cada día que pasa se asoma una nube negra que nace de las fábricas de clonación.
El nivel de dióxido de carbono ha aumentado a un cinco por ciento en el aire, causando
mareos, falta de aliento, dolores de cabeza, confusión y estremecimientos. Otra
estrategia de las empresas privadas para liquidar al resto de la población o
los inservibles, como nos llaman.”
Juan interrumpe nuevamente el monólogo del general
Oscar.
“Jefe, ya estamos listos”, interrumpió el capitán con seguridad en sus palabras y una cucharada de
ansiedad en su voz. Llevaba consigo un bulto lleno de explosivos, listo para explotar o
explotarse sin mirar atrás.
“Para recordar y nunca olvidar”. Luego de
mencionar estas palabras, Quintero salió de nuestra base, dejándome con el
recuerdo de un fuerte abrazo y un par de ojos mojados.
“En un minuto comenzamos a lanzar
los gases lacrimógenos en las bases gubernamentales. Ya el capitán Quintero
confirmó que se infiltró en la Sociedad y que hasta el momento nadie se ha
percatado de su presencia”, me informó la teniente en mando.
“Prepara la nave. En treinta
segundos nos vamos”, contesté arrepentido de que el tiempo nos había ganado. No
sabía cómo terminar mi despedida. Te me ibas desapareciendo sin haberte
conocido y ya te extrañaba.
“Ahora naces tú y elijo tu verdad. No
me importa si el genocidio de árboles o la construcción de fábricas nos deja
sin respirar, si ya el término mascota se ha convertido en una dieta más que en
una responsabilidad, si este papel verdoso vale más que una vida humana, si la
realidad es virtual, ideal o ignorada. Aura, te elijo porque eres la esperanza
de que mi cordura algún día decida visitar mi locura.”
“Elisa, te amo. Cuida a nuestra hija como si
fuera la semilla de nuestra humanidad. Una vez termine todo esto nos
encontraremos.”
Oscar: “Mensaje terminado. Envía el
mensaje a Elisa en Haití.”
Zombot: Mensaje Enviado.
Zombot: Se detecta una amenaza cerca de nuestra localización. ¿Qué desea hacer?
Oscar: “Inicia código Auto-destrucción
2115.”
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