queriendo. Sin querer:
La paliza de la calle, pero no de cualquier calle ¡no! Calle de cara, que se te mete por la pestaña, por la camisa que se te ensució –pero se ensució por la calle– y que se junta como rompecabezas porque deben hacerlo a cada ciertas horas, en las mañanas y en todos los espacios
Con sus gentes con sus cambios de turno toda la gran grasa rica de olores al desayuno; pegándose a uno. Echar a caminar el reloj ahora.
Aquí están los reglamentos del juego del siglo No quedarse en el juego por puro mandamiento y, por andariegos ¡menos! Estar preparado en todo momento para correr frenar, bailar, entrarle por donde se le entra porque eso es así. Una rica espuma encima de rica batida de mantecado que, tiene de todas las maneras esas otras ricas cosas en otras partes de la cabeza –Sí– así se dice. Por eso es que al ser uno regionalista, acaba siendo uno regimentalis pues por eso mismo: por lo rico deslumbrando, haciendo, dándose a cada rato lo que se merecen pero el juego del siglo, no reconoce variación tampoco experimentos, intentos sí algunas veces;
quiere echar a caminar y entonces “¿se le frecuentan a usted esos microbios del pensamiento?” –piensa el juego amolándose los dedos. y se lambe las uñas para que sepas que te tiene bien velado sistematizado ,convertido, entendido usted
“¡entendido!” –susurra a sus entrañas el juego:
Cuando el juego del siglo se hace soberano de las piezas en el tablero,
Hace trueques y sinfonías de la ventrílocuosidad;
Se viste se pone zapatos se rasura
Prepara un eslogan de su anatomía:
“Todo es un juego. Todo es un juego limítrofe de los días. ¡Tómenme! Otros juegos yacen oxidados porque son latosos, son como sermones. Pero este juego no. Este es el juego servilleta de trances.”
Adelante cómame para degustarme,
Chúpese los dedos y vengase y seguimos al jugueteo intermitente
de las relaciones,
de las ocultaciones de las tristezas pero
Entiéndalo de una vez
…dejarse convertir al tablero es calamidad de todos: nunca será opción.
Por eso despedazarse, calcinarse –inclusive–
ser decapitado por pensarse uno graduado de,
por emplear grafologías del Tablero
es legitimar es corriente es el error.
Porque somos piezas somos gusanos y ¡Benditos seamos todos! Pues afuera de la mesa de juego,
allá en otros entierros,
se cuenta que los errabundos se juntan y conspiran y respiran aire fresco. Dicen por ahí que lograron cortar la raíz… el asunto:
¡Que atrevimiento el de saquearlo todo para fraguar Tormenta…para romperse los Huesos!