viernes, 1 de marzo de 2019

De lo que nunca escribo: tres poemas de Kelly Díaz Rodríguez

James McBey, 'Woman writing at an escritoire', óleo sobre tela sobre madera (1932)


De lo que nunca escribo

Nos dolía el alma
a ocho chamaquitos
en la Madrid
ninguno lo dijo
pero todos siempre lo supimos
por la forma en la que tocan el bajo
la forma en la que tocan la guitarra
las improvisaciones sobre la vida
y el amor con el que se miran
cause you know
we really love each other
pero casi nunca lo decimos
por asociar al amor con tiempo
y haber coincidido
de formas un poco extrañas
Santa Rita es un lugar raro
porque a diferencia de Santurce
no huele a lo que ya no está
sino que te esconde
de ese recuerdo al que tanto le huyes
o quizás es la sala de Juan
la que en estos días me ha protegido
de encontrar cualquier otra cosa
que no sea solo yo
sin pensar en cosas
a las que ya no pertenezco
como en si leíste los libros que te regalé
o si mi familia algún día me va a llamar
y si mi padre en el más allá
realmente estaría contento
con quien decidí ser
Ahora debato
sobre si debo enseñarle
mi disco favorito de Soda
o mis apuntes de Pride and Prejudice
a una tipa que me gusta
pero tiene el signo zodiacal de mi ex
mientras los muchachos
hacen otras cosas con su nota
como por ejemplo dibujar
lo que no saben decir
Casi nunca lo sabemos
pero vivirse entre amigos
también es hacer el amor.


Mujeres bellas y fuertes

Decidimos recordar
toda la música escuchada desde el 2012
entrelazados en el sofá
las copas de vino
son la merienda del momento
Paramos en el 2018
donde ambos perdimos
el juego de seducción
todo por matar
a un policía motorizado
mujeres bellas y fuertes
se han ido mi amigo, y no volverán.


La espera

La espera se divierte
esperando a que dejes de esperar
mientras tú continúas
esperando el milagro

no es un trabalenguas
es la ansiedad
de ser el invitado de honor
en el velorio de lo que más querías.

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