martes, 4 de junio de 2019

Entre sal y arena: tres poemas de Javier Insurgente Velázquez

Walter Gramatté, 'The great fear', óleo sobre lienzo (1918)



Anécdotas de un Bar

En un día lluvioso con el cielo gris y un poco morboso, me encuentro mirando un poso con ojos borrosos, en la mano una copa de licor que me tiene tembloroso, meditando como llegar a ser un hombre exitoso. En esta corta y difícil vida, buscando la salida para escapar de pesadillas, en una oscura guarida, voy volando en una silla, me escondo de la mentira que te enferma día a día. Alejado de la envidia que me fastidia, sigo hablando con botellas de ron que humedecen la sequía. Con una resaca permanente en el alma mía, voy bajando tragos largos por mi garganta fría. Adicto al deseo, esclavo del veneno con hielo, mis tormentos van desde la tierra hasta el cielo, antes estaba ciego, pero ahora busco ser certero, me empeño y también me desespero, seguiré charlado con el vino sin alimentar el ego.


Odisea

En medio de esta lenta odisea, espero por una estrella que ilumine mi destino y desapercibido trato de descubrir mundos diferentes. Pero solo encuentro misterios sin esclarecer, preguntas sin respuestas, acertijos sin resolver. Trastornos de la mente, miedos que me golpean el rostro de repente, causando que recuerde lo intenso de un pasado, lo efímero del presente. La incertidumbre del futuro, los rincones oscuros, los interminables días en que me sentía desnudo, tan joven, tan puro.


Loco Soñador

Noche larga, luna llena, perdidos en la esfera entre sal y arena los pájaros se alejan, danzando por la niebla corremos los dos juntos sin saber lo que nos espera. Propongo buscar ciudades bajo el mar y que te conviertas en sirena, prometo ser la estrella que brilla con destellos tu alma entera.

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