martes, 27 de noviembre de 2018

POESÍA DE ELVIS RAFAEL

Niko Pirosmani (1862-1918) 'Demon with sword' oil on canvas



AMAPOLAS DARKAS

El aura esta enjaulada a una casa
en un arrabal con amapolas darkas
solo el tiempo en su andada
logrará profundizar en los adentros
de la nada
Este naufragio visibiliza la magia del instante
La carne es irreverente a los delirios del alma
Agua te respiro
Sol te trago
Tierra te toco con mis manos
Quisiera abrazarme a ti
¿quién puede abrazarse al holograma de un acuario?



HAY UNA PARTE DE MÍ QUE MURIÓ CON QUIEN FUI

Hay otra parte de mí que no conoces
Esta otra parte ahora es como un verdugo silente
Revive imágenes asquerosas
de verdades aparentemente descubiertas
que habían sido escondidas por el corazón ignorante
psicótico y esquizofrénico
Desde que abrí las puertas
estoy siempre al borde de una pendiente
dándole comida a los Dioses
pedaleando una fixie roja en cualquier suburbio
evadiendo tener que balancearme entre la gente
huyéndole a las palabras
deseando ser el escapista de alguna arista
impidiendo que mis luces pisoteadas se levanten
y me dejen ser absorbido finalmente por la nada.


sábado, 24 de noviembre de 2018

Sobre el humo y el maullido: dos poemas de Nadya M. Echevarría Quiñones

Remedios Varo, Simpatía (La Rabia del Gato), (1955)



PAÍS

sobre otras rabias:
sales disueltas en cobardías

un rincón caprichoso
o teorema de país
su sede de soles
en deprecio
las vueltas en el calendario colonial
asientan sus horas
con rentas de historicismos
esos, tus paisanos
vestidos de su espejo
en sus pestes recicladas
asisten en su reoperación
en suculentos jugos, la historia,
deudas e/x/ternas reiteran curso
cierre a cierre sin contienda.
año y año
y la pistola en tu sien.
cuerda a cuerda
así, frontera con dios:
en la conserva
de ojos vibrando en adagios
concierta la certeza
en no ceder
ante precondiciones de guerra.



CONTRATAQUE

Entre el enemigo y una aparece un espacio, sobre el humo y el maullido
feroz de un gato que quiere jugar a esconderse. Tal es la patria del desarraigo,
allí quito mi nombre de listas y lo que embarga el eco es la cordura 
en esa cordillera táctica de alejarse. Es fácil creerse patrón de las sombras,
sin querer mirarlas, por creer perderte entre sus pasillos sin número. 
Ese número que no soy, ese nombre que se borra si me quedo en la lejanía 
o el cual decido tomar cuando de pronto te enfrento.

lunes, 19 de noviembre de 2018

OpenMic | Noche de Hueso: {2ª Edición} 20 DIC 2018



Gato Malo Editores y Generación del Atardecer Presentan:


Lectura y Open Mic de:
- Cuento
- Poesía
- Crónica
- Relato

Jueves, 20 de diciembre de 2018
El Local En Santurce @9:00 PM
Entrada es Gratuita

 *  * *

Saludos, nuevamente Gato Malo Editores y La Generación del Atardecer
convoca a todxs lxs gatxs malxs que gusten participar en el evento de Open Mic
y lectura de cuento, poesía o crónica: Noche de Hueso {Segunda Edición}, el
cual se llevará a cabo el jueves, 20 de diciembre de 2018 en El Local En
Santurce. Interesadxs pueden escribirnos por aquí también al Inbox de Gato
Malo Editores a Daniel o a Miguel.

Asimismo, a quienes confirmen su participación en el evento de micrófono
abierto les pedimos que envíen dos poemas o escritos al correo electrónico:
danielpomers@gmail.com. Utilizaremos dos de sus escritos para promoción y
para el panfleto del evento. 

Un abrazo gigantesco.







POESÍA DE LEONARDO MALDONADO LATORRE

Butterfly Kisses, Andre de la Rosa


MARIPOSAS

Eran tres hermanas gemelas. Eran mujeres, eran libres, iban
al mar para limpiar sus ojos, para poder ver el mundo más claro.
En un baile, la mayor de ellas abofeteó al comandante:
Váyase al carajo con su gobiernito de mierda.
Las tres, vecinas del Caribe afroantillano regresaron a
su casa al final del día. Pocas horas después fueron asesinadas.
Por poco no aparecen sus cuerpos. En el espacio infinito
no cabe el odio, sino el amor y el respeto.
Cuando leo cuentos para vivir siento mariposas en mi barriga.



LUNARES

Yo, me sé todos tus lunares.
Los conté mientras dormías.
A veces la luna me daba un rayito de luz,
para ayudarme en las noches.
Por el día, los volvía a contar, para no perder la cuenta.
Yo no sé si él se los sabe.
Yo, sí, y te lo digo, no pierdo la cuenta, nunca la he perdido.
Luego nos contamos cómo nos va
y decidimos si queremos
contarnos la cuenta, hasta el fin de los tiempos.

domingo, 18 de noviembre de 2018

POESÍA DE LUIS FRANCISCO CINTRÓN MORALES




VERTICAL ENTRE DIEZ

Bajo los pies no existe la noche,
la oscuridad tirita
por el derroche
de tuercas, eslabones
y engranajes ardientes
mientras mantienen
el paso de los latidos
de cualquiera.
Una continua humareda
envuelve la palidez
de la ciudad, opaca,
enlodada,
con sonrisas silvestres:
hierro, carbón,
acero. . .
El metal absorbe las luces
que cuelgan derretidas
en las pinceladas
sobre canvas metalúrgicos.
Imperios dormidos
injertan en sus sueños
kilómetros de vías de vapor
y extracciones.
Las futuras eras se regocijan
por las rutas delineadas
que le permitirán
sus nacimientos,
engrosadas con nuevos ricos
y los mismos pobres.
Camina destemplada
una silueta en victoria,
camuflada de
paisajes recónditos y mordidos,
clases boyantes
y bullidas,
se desprende de su piel
de cielos cubiertos de
globos, velas y pedales,
calles con bocas
sobre ruedas
y siglos dentro de
máscaras que se exhalan
para no morir.
Bajo sus pies no existe la noche,
pero sí dentro de sus uñas
y armaduras de escarlata,
entre la belleza,
fealdad y aboliciones.



TU DIOS

Soy el dios opuesto
al que rezan.
La cruz de madera invertida
que vierte sus astillas enfermizas
sobre una fertilidad abundante,
deliciosa,
infinita.
Mientras la arropo
con mis alas,
cabalgo su trópico
y la noche es una erección
enterrada en medio
de su alma,
donde busco anidar,
extraer su respiración,
lograr que olvide sus fuerzas;
parálisis,
éxtasis,
misticismo.
Cuando la luna es tragada
por su mar que
salpica sobre mis muslos,
consumo su deliciosa cintura esbelta,
caprichosa como yo,
y la lisura que se desliza
por esa calumnia que expone
a las ignorancias mundanas.
Lamo dulzuras
antes de escoger.
Emancipo sus dudas
y me las entregan todas
como aromas a la piel y presión
de puños cerrados.
Sobrevuelo debajo de antifaces,
exhumo el clima de las palabras
al sonsacar;
coito, lubricidad,
vorágine. . .
Todo sea por el propósito: desgracia.
Porque hacen falta más muertes,
más corrosión en los contornos
de las esperanzas, misiles, pandemias
y rechazos al universo,
asaltos, robos
y la prostitución de la injusticia.
Porque soy quien copula
con la madre de todo,
el que riega las semillas
y se deleita con los frutos.
Soy tu dios. . .
Tu descendiente.


miércoles, 14 de noviembre de 2018

Intitulado | Hiroshi Akatagawa



Hay quien amanece frío, sentado ante la tv
una mano apretada
en el pecho
la otra
en el control remoto.

Otros
una condición fatal
les consume,
cuando los síntomas
se hacen patentes
ya es demasiado tarde
para cualquier
remedio.

En cuanto a mí
desperdicio
mis noches en bares,
hastiado de todo
hundo la nariz
en tetas ya
desgastadas
con restos
de demasiada coca
y sake.

Lo propio de la
muerte,
para quien la busca
como yo,
es ser impropia.
Inoportuna.

Algunas mañanas
todavía me sorprende
despertar.
A mi lado en la cama
un cuerpo tibio
ronca el alcohol
de anoche.

Arrastro los pies
hacia el inodoro,
luego de regreso a la cama.
Despierta, zorra.
abre las piernas, que estoy duro
y mi turno
aún no llega.

-- hiroshi akatagawa, 1969

versión de e.s. ortiz