domingo, 15 de diciembre de 2019

Estos muertos viajan en mí: dos poemas de Daniel Pommers

John Paul Jones, 'Night Lady', litografía, (1963)


Canción Negra

Estos muertos viajan en mí
abrigándose con peste y salivas baladí;
así de repentinamente somos lo majestuoso.

y antes de que las moscas se apropien de nuestro país,
el nudo de los diablos regresará sonriendo a la mesa.

lo aterrador es resignarse al Bouillon extranjero.

según me fue ordenado por el emperador negro
el ángel insondable, el enamorado, el pájaro avieso,
el disciplinado para limpiarse en el tumor de las guerras:
de los malignos que reventaban nuestros ríos al amanecer
de las manos jinchas y temblorosas que se hicieron gobierno,

en el manglar, a espalda de las vírgenes y en las orejas,
nacía una canción negra de difuntos negros y su secreto;
una armonía para protegerse de los ejércitos, de los inquinos.

mientras moríamos en arenas caracol
y éramos gusanos en la comida de Tchaka,
las lenguas negras y su concierto resistieron los años.
así escaparon
de toda ofensiva
de las bestiales fosas
de los imperios.


Elemento de Sueño

Me acomodo en ti
Abres tus ojos
Tu boca, tu olor
De tanto soñarte siento alegría
Rápido escapo, sin miedo me desnudo
Eres mía, soy tuyo
Como algunos años se han ido contigo
Ya tengo músculos de intuición
Y te encuentro en la cama
A veces siento que regreso a ti
Que eres tú quién me sueña
Vienes con el ayuno // vienes a la misma hora
Somos amantes, somos algo en lo perverso
Ojalá y tú seas quien me sueñe // búscame, tú, ¡búscame!
Si algún día regresas, llega con vida y, desnúdate, como siempre
Regresa, mientras, construiré un laberinto en esta habitación
Así olvidaremos que hay demasiada vida fuera de mi cama.

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