domingo, 30 de agosto de 2020

Catalizan ritos & eucaristías: 2 poemas de Miguel C. Adrover

Alfredo Müller, Dante con lirio / Incipit Vita Nova, grabado (1898)


 

SACRIFICIO.EXE

Son más inteligentes que los perros.
Se parecen a la gente—
La piel rosada, sin muchos pelos;
La sangre ocre & oligisto;
Hematíe densa & arcillosa,
Hace un arco—momento arterial—
De la aorta a La Palangana.

La cuña que deja salir la sangre mide 30 centímetros.
Es de carminita ferrosa; cristales ortorrómbicos
Refractan ondas particuladas de Sirio.

Son—los ‘son’ de la 1ra estrofa—descendientes
De puercos boricuas del siglo XXI;
Sus bases nitrogenadas de diseño xenobiológico,
Transcritas a proteínas globulares iridiscentes;

Catalizan ritos & eucaristías.



AGUSTÍN STAHL: EROTIC POET

flores amarillas, de regular tamaño, en raci-
mos simples, axilares y terminales, largo peduncu-
lados; pedicelos aproximados, pubescentes, largos,
algo mayores que la flor, encorvados en la punta;
tubo calicinal apeonzado, verde, persistente, limbo
5 partido, poco más corto que los pétalos, seg-
mentos amarillos, los inferiores mayores, cóncavos;
5 pétalos desiguales, 10 estambres cuyos filamen-
tos son ensanchados en la base; pubescentes en esta
parte, sobre todo á (sic) los lados; estigma engrosado,
cóncavo, rodeado al borde de pelo pestañoso.
legumbre lampiña, lustrosa, recta, oblonga, iner-
me, seca bivalva, comprimida, carece de falsos
tabiques.



sábado, 29 de agosto de 2020

El tecnicolor en tu boca: 3 poemas de Eduardo Rodríguez

Louis Legrand, acuarela, il. para el Libro de Horas (1898)



AZUCENAS PRENDIDAS

Azucenas prendidas
En la cresta
de tus lumínicos versos
Como candelabros, que expansivos,
Invaden mi habitación
desde tu pantalla.
Hoy se encalla mi adormecida nube
En el cielo de tus ojos.
Se embala mi emboscada luna
En el canto de tu fuego.
Como hilo, trenza o maranta
Que hacen nudos en el aire inerte
Que permeo...
Hoy te veo,
como flotante manantial de lirios
Que perfuman mis delirios
Del verdor de lo que anhelo.

Y te creo...
Palpo el polen de tu historia.
Como nave en la euforia,
Tu poesía deslizas
Y caramelizas mi cosmos,
Cristalizas mi espumosa jungla
de sueños calqueados,
Como para conservarlos,
O quizás así lanzarlos y retumbar
en tus querubes andadas.
Tu poesía de seda alambrada
Sonríe lirios y azucenas prendidas
En la negritud de mis días,
En la quietud de mi eco.
Quiero llevar en mi chaleco
Parchos de tus versos,
Estampas de tu risa,
Quiero tejer una capa
Con la hilera néctar de tu vuelo.
Trenzar la pirotecnia
que marantan tus ojazos
Y desafiar cualquier ocaso
Con las azucenas prendidas
que hoy develo.



ENCHUMBANDO GRILLETES DEL ALMA

Esta noche, eres mi Grace Kelly
Y yo, tu Jimmy Stewart
Y esta piscina...
será nuestra ventana trasera,
Nuestra pecera de bullentes peligros,
Fluorescentes errores.
Enchumbando grilletes del alma,
Con la escurridiza llave
de un iluso parpadeo
que se arrima ante el cloro veraniego
y tu tendida candela mojada.

Noche pausada, insolada,
de plateadas estrellas que nos ligan,
desde la inmensa avenida
Del manto aguadillano,
Donde, binocular en mano,
Los roles han cambiado...
Temerosos, en cuclillas,
Entre nubladas rendijas,
Los dioses nos devoran,
Los dioses hoy nos ligan.
Ligan el disecado apetito que ocultamos
Bajo la discreta serenata
De un voyeur árbol de pana
y desafiantes anfibios de la noche
Testigos del derroche de silenciadas
erupciones esquineadas
En un redondel de plástico y fuego.

Ligan, desde lejos,
el tecnicolor en tu boca
Y el bourbon que retocas
Con astral coquetería,
con impaciente antojo.
Ligan el magnético cerrojo
Que desmentimos bajo el agua.
Y este sauna de hirvientes reojos
Que confabulan nuestras ganas...
Entre cuerpos mojados,
Intenciones robadas.
Ellos ligan el torrente que enjambra
La enrisada menta
hacia tu espalda
Y el negro lazo que libera
la psicodelia de tus curvas
Hacia la insomne turba
de mis enyesados deseos.

Esta noche, las estrellas nos ligan
Esperando el beso perfecto,
El apretón mítico,
La pronosticada rumba de meteoritos
cuerpo a cuerpo,
Segundo a segundo,
Desde lo profundo de un jadeo capturado,
De un roce accidentado,
De otro más... premeditado.
Escudriñado sudor frío en las glorietas de tus hombros,
Donde timbra la cáscara de mi viajera esperanza.
Donde alcanzan las brasas de los mutuos reojos,
Donde vibra el cerrojo del pícaro cántaro
que añejamos entre los colmillos del viento.
Donde marinamos inciertos,
Y desnudamos quimeras,
En el solapado destiempo
De otra duda que saluda
y en la grieta del alba,
Titubea, desvanece y se estrella.



QUIERO ESCRIBIR UN POEMA TRISTE

Quiero escribir un poema triste
Pero la pluma me pesa,
Las hojas se enredan, se burlan,
La tinta se esconde,
La musa se funde,
de brazos caídos,
lanza un suspiro
de rodillas, al suelo,
Sobre el colado y derramado tintero
de bourbon y desaires.
Quiero escribir un poema triste,
Y me nacen duendes
Y derrumbados puentes de papel,
Sobre un lago de escombros andantes,
Y carcajadas nauseabundas,
Alfileres crónicos de la élite rotunda,
Despilfarros de aire,
con todo y mascarilla.
Quiero escribir desde la orilla,
Con las colillas,
la empozada lluvia,
el enchumbado hormiguero,
Y el olvidado reguero de vidrio,
víctima del ultimo caco,
Y los tacos abandonados
de un reciente jangueo,
Quiero escribir desde la brea,
que me siente y me entiende
y me palpita al mismo ritmo
y suda el mismo abismo
y es del color de mi esperanza.
Quiero cantar últimas danzas
entre moribundos y erizos,
Y los sangrantes cordales del hechizo
Labrador de mi existencia.
Quiero escribir un poema triste,
Desde la pestilencia
De una arrodillada musa,
Desde la intrusa soñolencia
que encaracola este verano.
Pero la mano me pesa,
El alma me pesa,
Y me pesa este aljibe de cenizas
y descarado desgano.


viernes, 28 de agosto de 2020

Una huella imborrable: 3 poemas de Adrianna Lorainne Centeno

Leónor Fini, 'Beso', litografía, (1966)



SER

Quiero ser
Quiero ser en tu vida algo más que un instante
Algo más
Algo más que una sombra
Algo más que un afán

Quiero ser
Quiero ser en tu vida algo más que una brisa pasajera
Algo más
Algo más que cualquier flor en primavera
Algo más que solo la primera
Quiero tomarte por sorpresa
Quiero que no me entiendas pero que así me quieras
Quiero ser...

Una huella imborrable
Un recuerdo constante
Y una sola verdad con temor de abandono
Y te olvides de mi

Una sed infinita
Quiero ser
Una sed infinita de caricias y besos
Una pena de ausencia
Un dolor de distancia
Y una eterna amistad

Quiero ser muchas cosas
Quiero ser

Ser el llanto de tus ojos
Y en tus labios la risa
El principio y el fin…
Quiero ser en tu vida lo que eres tú en la mía
Quiero ser
Mucho más de lo que piensas conocer



BESO EN LA NOCHE (A LOS 17)

Fuimos al cuarto y cuando comienzas a quedarte dormidx, te he besado y después me besaste también. Estábamos ambos con alcohol en nuestros organismos, pero esta vez no culparé al alcohol, que no debería tomar, por cierto, pero esa no es la dirección por la que debe tomar la explicación, es decir la razón por la que te besé no fue por el alcohol. Antes habíamos ido a ese lugar, que me atrevo a decir, es mi favorito. Allí me besaste por primera vez, seguí tu beso para después fingir que nada pasó, pero era obvio que si había pasado algo. Todo el día estuve pensando en ese momento, poniéndolo en “play” muchas veces. Intenté olvidarlo o dejarlo pasar con todas esas bebidas, pero no se iba el recuerdo de tus labios contra los míos. Luego cuando ya parecía haberlo olvidarlo, apareciste y me dijiste que te ibas a la habitación, con eso supe que tenía que ir contigo, quizás era mi oportunidad de besar esos labios que tanta adicción me causaron en segundos de consumo. Y lo fue. Volví a besarte. Si te digo que es mi primer beso miento, pero es mi primer beso por necesidad. Necesidad de sentir contacto de nuestros labios. Necesidad de crear un nuevo recuerdo para poner en “play” muchas veces para no olvidar tus besos. Necesidad, simplemente necesidad que nadie me ha hecho sentir nunca. No digas nada. No hay palabras que decir, solo cosas por hacer y labios por besar. Dicho esto, tomaré tu rostro en mis manos y te besaré. Te besaré con pasión y con ternura, un beso lento que pronto comienza a encontrar su ritmo. Ritmo que no quiere ser perdido. En cambio, tú y yo si nos perderemos, en caricias, más besos y en esta noche que no puede ser más perfecta.



TU Y YO

Yo – Tuve una impresión errónea sobre ti.

Tu – No me digas eso.

Yo – Pensé que ibas a hacer el mal, pero no.

Tu – Explica.

Yo – Cuando te vi por primera vez pensé que eras mi perdición.

Tu – Pero no.

Yo – Exacto. Eras exactamente lo que necesitaba para darme cuenta de que mi vida era una mierda. Muy común, muy constante, siempre hacia lo mismo y llegaste.

Tu – ¿Qué hice?

Yo - Me devolviste la vida y el sentido.

Contigo volví a sentir ese ardor que creí haber perdido… Me devolviste las ganas de escribir por el simple hecho de que no quería olvidarnos.


viernes, 21 de agosto de 2020

Creándote ríos: 2 poemas de Poeta Azul

Leónor Fini, 'Placer', Las Flores del Mal, litografía (1964)



FRIALDAD


Te desintegras poco a poco
Desapareciendo a cada segundo.
Tu frialdad crea muros entre tú y yo.
Convirtiéndose el Caribe en el polo norte.
Atravesando mi piel hasta congelar mi corazón.
Y el amor sigue vivo, y la pasión agoniza.
Y no entiendo porque te vas, te marchas de mi vida
Si hace tres días en mi cama al cielo volabas.
Y cómo hago para que no me duela, si me arrancaste de tu vida
y con eso te llevaste mi alma.
Apagaste la llamarada, me ignoras como si no fuera nada.
Te desvaneces poco a poco
Pero sé que en el fondo todavía me amas.
Congelándose cada átomo en la habitación.
Siento como el frío me arropa cubriéndome por completo.
Las ráfagas que salen de tus palabras, dejan inmóvil a mi pasión.
Vas, con tu frialdad apagando el fuego que nos daba vida.
Anestesiándome la conciencia, estrujándome
Esparciendo rebeldía como nieve, enfrías tu corazón
Y lo conviertes en témpano.
Cómo puedes ser invierno si antes eras primavera.
Cómo puedes crear amor y luego huir de él.
Congelándose cada centímetro de mí, aparece la neblina de soledad.
Ríos de lágrimas con cada pedazo de hielo que me arrojas.
Y es que el latido de nuestro amor se va apaciguando con tu frialdad.



NOS SENTIMOS, NOS ROMPEMOS

Nos sentimos pero nos rompemos y sientes una corriente
recorriendo tu piel cuando el roce de mis dedos juega con tu cuerpo.
¿Y qué me dices de los besos?
Tus labios se encontraron con los míos y
fue como ver fuegos artificiales de mil colores, era el click que nos faltaba.
Recorrerte completa, tocarte era como una sinfonía perfecta.
Sentirte era como paralizar las olas,
una fuerza sobre natural entre tú, yo, el mueble y las estrellas.
Nos rompemos, porque en el fondo yo soy lo que tú quieres
y tú eres lo que yo quiero.
Amarrándote a mi pecho y tú soltándome no queriendo.
Que tus ganas se juntaron con la mías y estallamos en silencio pero
gritando con las caricias de nuestros cuerpos creándote ríos,
era la mejor música para mis oídos escuchar tus gemidos.
Me quieres soltar agarrándome la mano. Te quiero cerca de mí dejándote ir...
que jugada, paradoja con esta fucking putamente magia entre tú y yo...
Rogando que me digas Quédate y tú diciéndome vete
con las ganas de que me quede.
Nos sentimos, nos rompemos...

 

lunes, 10 de agosto de 2020

Besos turbios de luna: 3 poemas de Noraida Maluguin Soto

Ernst Fuchs, 'Luna', punta seca, aguafuerte y aguatinta, (1981)
 
 
DE LA RABIA Y OTROS ZUMBIDOS

Escupe el fuego de su boca
mientras le ruge el mar en las entrañas.

Silban las sirenas milenarias
para arrullarle la rabia dormida.

El vacío se cuece despacio mientras
se desviste a dentelladas.

Bola de llamas indómita tras la jaula del silencio;
lanza miradas sucesivas al camino que serpentea.

El cuerpo aguanta, revuelve, embiste, repite.
Rebobina las olas que se escapan del pecho.

Envuelta en espuma centellea una sonrisa,
desnuda se derrite por el vórtice.

Se detienen las lenguas encendidas,
las aguas duermen, se silencian los zumbidos.

Emerge vestida de luz, cual dríada lejana, adornada y etérea.


DESDE EL ENCIERRO

Brotan flores blancas
en los recovecos de los tallos
torcidos, mientras grita mi piel
otra melodía oscura y sangrante.

El sol lame cada rincón
de este eterno verde monte
que me siente crepitar.

Bailotean las hojas
para complacer al viento,
así como me complazco
en este silencio que no lo es.

Esta placidez
que se parece tanto a la locura
no acaba, se extiende,
segundos que son horas,
horas que son días,
días que son meses,
y así se nos extingue la vida.


DANZA-LLAMAS

En tu ausencia me desnuda la noche,
se cuela sigilosa por la ventana
y posa dos estrellas sobre mi pecho.

Creo que duermo mientras
la luz plateada baña el lugar
donde se esconden mis anhelos.

Besos turbios de luna se enredan
entre las sábanas azules
que una vez te cubrieron.

Mi pelo es una madeja viva
que se retuerce entre sus manos
clamando un dulce pesar.

Una danza macabra
con este cuerpo que vive y palpita,
que espera y arde.
Una llama se enciende
en la punta de los dedos. 
 

viernes, 7 de agosto de 2020

En la vereda de los sueños: 3 poemas de Jean Paul Pérez Pacheco

Haydn Drake Reynolds Mackey, ´Woodland Scandal´, Grabado en madera, (1925)
 

 

SUEÑOS

En la vereda de los sueños
en el flujo interestelar del tiempo
por primera vez fue conmovida la existencia,
al discernir la locura de mis pensamientos.

En lo más remoto de los cosmos
ha de ser nido de nuestra eterna convicción
a dos almas concebir a mitad sus vínculos
que corrompen la síntesis de la creación,
al romper los esquemas del tiempo y la reencarnación.

Los seres viven
en cada época su peculiar condena
de sentir un familiar latido cada vez que se tropiezan,
percibiendo en sus rostros, las pasadas vestiduras y viviendas
de su eterna lucha y natural deseo de consumirse en sus sentimientos.

Porque han estado navegando a la merced de tormentas
buscando tierras que les harán libres del insensato camino
proclamado por el destino.
Porque han de amarse sin poder expresar
lo que anhelan las partículas de sus sistemas.
Por toda la eternidad,
hasta que sus almas sean trituradas por las nébulas del espacio y el tiempo.



VIDEO LLAMADA

El silencio impera
al verse los rostros tras lunas llenas.
El silencio impera
a las dos almas reencontrase en una hilera.
El silencio impera
al tambor y fervor de vuestro corazón.
El silencio impera
a los labios rozarse en su perdición.
El silencio impera
a las llamas danzar de vuestra razón.
El silencio impera
al darnos cuenta de los enlaces sin pudor.
El silencio impera
al joven besar y desnudar su mayor pecado.
El silencio impera
al ver como dos almas, fuera de temporada, encuentran su amor.



PERCEPCIÓN

Los días de grandes fiestas y ballets
se convierten en escenas de teatro.
Las máscaras, acompañantes de nuestra calculada ficción
ya no solo se manifiestan en nuestra viva imaginación,
porque ya no son solo percepciones ni vidrios de ilusión.
Al ser una obligación portarlas para protegernos de una maldición.

 

sábado, 1 de agosto de 2020

Por las esquinas de un callejón con olor a azufre: 2 poemas de René Cervoni

Maurice Sand, il. para Légendes rustiques de George Sand, litografía (1858)



LÁGRIMAS SALVAJES

 

Encerrado en un cuarto 

acompañado de un sentimiento incómodo y pesado

fuera del mundo, como un fantasma a punto de ser olvidado

como un maremoto bailando con la playa de una isla perdida.

 

El viento caliente acariciaba las ventanas de roca seca y marrón

mi piel se derretía ante la luz de una vela.

Nada en mi nevera y sobre la mesa botellas de vino

y cigarrillos gastados de sal y termitas.

 

La luna ardiente quemaba mis ojos

y se burlaba de mi ignorancia.

 

Encerrado en un cuarto de metal

donde el amor era mudo y solitario

con el recuerdo de un mendigo alocado   

por las esquinas de un callejón con olor a azufre.

 

Los ángeles tocaban mi puerta, tratando de hacer su cuota 

Los gatos maullaban pidiendo miel a los astros

Los perros se devoraban mutuamente, peleando por un hueso

desnudo y sin carne.


Aullidos y sirenas en la distancia bajo una noche púrpura y cruel 

y mi mundo acababa en la punta de mis dedos

sobre la superficie de mi cabeza

ante el horizonte de mi visión nublada por lágrimas salvajes.




IMPULSIVO

 

Hoy me siento impulsivo

como el que corre hacia un animal salvaje 

que tiene espuma en su hocico.

Un animal con grandes colmillos afilados como la muerte.

 

Hoy me siento impulsivo, como un niño locamente enamorado

de un ferrocarril que no para por nadie. Y el niño en la vía esperando el beso.

 

Hoy me siento impulsivo, como el ave que se enamoró de un gato

e intento abrazarlo con sus alas

y ahora vive en su estómago felino.

 

Hoy me siento impulsivo

como la luna que sigue al sol intentando apagar su fuego

para que juntos puedan contemplar la noche eterna.

 

Impulsivo como el beso,


como la ola,


como el vino,


como la vida.