Cojí toda mi incomodez y la eche en una funda que utilizé para asfixiar a un paciente terminal.
[Carlos Luciano]
No se ha abierto la ventana del ocaso.
El pájaro se sienta a esperar el aire.
Le sirven su caldo, la espuma de su dermis, mientras ve como otros caminan a la puerta tocando el suelo para no perderse.
¿En dónde queda la pluma?
[Karina García]
No hay comentarios:
Publicar un comentario