Guerra …
Guerreras en tropiezos,
casualidades,
amor y odio,
flores que brotan venas
y sacan sangre,
como cada día que nace.
En guerra,
guerra contra la injusticia,
la opresión de los oprimidos,
guerra contra los chistes que normalizan
los más crueles prejuicios.
Los duermen,
nos duermen,
con el:
“ay bendito please hazme un favor,
mira que considerado he sido contigo”.
En el momento que nos acorralan,
como volcanes,
a viva lava nos descubrimos.
Guerrilleras con faldas,
sin ellas,
con la maranta,
las canas, los chichos, los pies jodios,
todo lo que nos venga en gana
y los pantalones
de hace tres semanas aguanten.
No somos lindas ni feas,
somos guerreras con armas polifacéticas,
anti-estéticas,
anti-complacientes,
anti-conformistas,
auto-empleadas,
procreadoras desprogramadas
de acciones insurrectas,
sediciosas,
amotinadas,
sublevadas,
insubordinadas.
Comprometidas
y no prometidas,
con nosotras,
con el pueblo,
con causas
que nacen
de todo lo que puede ser sentido.
Amas de balas apalabradas,
fuertes,
amorosas,
afiladas,
solidarias,
con fondo y en las nubes.
En la locura eterna del
“no te quites sigue pa’ lante”.
Amigas,
hermanas,
madres,
amantes,
confidentes de torturas,
ternuras,
miedos y seguridades insaciables.
Bailamos a nuestro ritmo,
inventando nuestro nido
con risas,
gritos,
lágrimas,
abrazos y besos
repartidos porque si;
porque amamos
más allá del infinito
la humanidad.
No intenten quitarnos los sueños
porque estas rodillas no doblan,
no claudican,
no sobran,
se mantienen firmes,
con la boca abierta.
Listas en todo momento,
en cualquier lugar…
ante cualquiera.
[Archivo de exegesis, ensayos y poesía]
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