sábado, 8 de diciembre de 2018

POESÍA DE DAMAR VÁZQUEZ GARCÍA

Maxim Kantor, Lonely crowd (1992)



ECO-ECHO

Rain pours as I’m lying on my bed
thinking of the day
that I come of age sitting on a rocking chair
a rifle on my lap
Clouds covering the pupils of my eyes
cycle of images
imágenes condensadas
con la boca llena de gritos
y los oídos llenos de eco

¿Quién anda ahí?
I would say
held my gun
defend my years
that belong to the women before me
The image in my head as I open my eyes at 4 am
is not my own
A lady of 94
raped and killed by her own son
and everything that people say is
“¡Qué cabrón!”
Half-awake I get up
and through the kitchen window I see
a scarlet moon
shining silver over an empty street
how many abuelas
alone at home
watching the novelas


EL REFORMADOR

Dos horas más tarde yo seguía buscando en los marcos y en los dinteles
el esqueleto de un pez arcaico
No es fácil sentir que se tiene el cuello bajo la guillotina de
la Revolución Francesa porque no se tiene arte
Los espacios ya están cuadrados
Nada puede estar fuera de lugar
Ni siquera los colores se plantan en acción de agitación  
Hemos desterrado las flores de sus jardines
Y a los pájaros no se les escucha
porque nuestra vista fija e hipnotizada
no deja que las notas nos abracen
No se abrazan más arboles porque sabemos
que su vida será tan corta como la vida del armario
que con demasiado polvo encima se ira cansando y enfermando
Los cajones caerán al suelo como caerán las paredes
y sin más labor pasaremos a la historia como una generación
que no vivió porque nos arrancamos los ojos y
los entregamos sobre bandejas de oro


EMBISTE

Todavía recuerdo el día que
entre maletas y bolsas y bultos y bolsas
Llegué a tu casa.
Hinchada, hinchada de felicidad y un mejunje de miedo
pero sin taparme la cara
Las mangas largas guardaban lo rota que llevaba el alma
y chupaban el sudor que se suda cuando se lleva la carga de una vida
Pero ni una lagrima

Entre acera y esquinas
yo brincaba como se brinca
entre monte y monte
machete en mano haciendo camino
Calor pegajoso en la nuca
pero feliz    
de tener un machete
y hasta agradecida
de hundirse hasta las rodillas en el fango de algún riachuelo
Desviado

En el portón de tu casa me esperabas
Con la cara igual de hinchada
Partida por el medio con una sonrisa
Medio victoriosa
Y medio triste
Yo te veía como la guayaba grande
Amarilla por fuera
Rosada coral por dentro
Queriéndome tragar la pulpa
entera sin miedo a masticar gusanos

Tú me dijiste vente
Y yo me venía
Con tantas ganas saltaba al río
Sin temor a las piedras
del fondo
sin temor
a un calambre en el medio del pozo

Cuando se está solo
No se grita
Cuando se está solo
A medio monte
Y se encuentra a un toro asustado
Que saltó la verja
Se corre sin mirar atrás
lejos lejos
O se le mira a los ojos
Se le dice embiste
Se le agarra por los cuernos
Y se aguanta

Lo que se le venga

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