Sacude su cola en solidaridad: dos poemas de Carmelo Lebrón

Lucas van Leyden (1494–1533), The Temptation of Saint Anthony (1530), Óleo sobre lienzo

COMPARTIENDO MI PENA

Hay veces que prefiero hablar con un niño o con un perro, en vez de un adulto.

El primero, puede entender hasta la ecuación más complicada, por cuanto

hay sencillez en su corazón. El segundo, cuando estoy herido, lame mis heridas y

cuando cometo un error, no me pide explicación. Cuando estoy triste, o me

agobian los problemas, se queda justo a mi lado, compartiendo mi pena y no se

levanta hasta hallar en mí una respuesta.

Luego de la tempestad se levanta, sacude su cola en solidaridad y con su gesto me dice

Que todo estará bien, que no tengo por qué temer mientras él viva y me reafirma:

“contigo estaré mientras yo viva".

PROMESA DE DOS (DESDE MI PERSPECTIVA)

Prometo cuidar nuestro amor

del mismo modo que se cuidan las aves debajo del sol.

Que este hermoso sentimiento, que mi corazón vio nacer,

y que con mucho gozo a mi vida da placer,

continúe creciendo, para así nuestras vidas seguir compartiendo

los abrazos y besos que nos damos, cada vez que nos vemos.

Y ese hermoso destello

que de nuestros ojos salen, cual flor,

que nos indican lo mucho que nos queremos

jamás se apague, pase lo que pase

porque de esa manera prometo cuidar nuestro amor.